miércoles, 21 de noviembre de 2012

FUNCIONES DEL LENGUAJE


Dos “amigos” se encuentran por la calle después de mucho tiempo.
Antonio: ¡Hombre, Juan! ¿Dónde vas con la que está cayendo?
Juan: Pero, ¡si no llueve nada Antonio, estamos en pleno agosto!
A: Es una manera de hablar que tenía mi “agüela” y si ella lo decía créeme que sería por algo, no se puede contradecirla.
J: La palabra “agüela” no la contempla el diccionario de la real academia de la lengua española, se dice A-BUE-LA, ¡Agüela no existe! ¿Me estás oyendo Antoñito?
A: Si, si te oigo, pero prefiero no escucharte, sigues igual de “listo” que cuando éramos jóvenes, desde luego no has cambiado nada, ni a mejor y a peor ya no podías, asique tu me dirás...
J: ¡Pues vete a tu casa!
A: Si, mejor, porque para lo que hay que oír… además mañana madrugo y a quién madruga Dios le ayuda, así que a ver si madrugas un poquito Juanito. Adiós
J: Adiós